¿Buscas información sobre el parto por cesárea en 2019?
Pues has llegado al lugar correcto porque te voy a contar mi experiencia y a resolver las dudas habituales (esas que seguro están rondando por tu cabeza durante el último trimestre de embarazo)
Se escucha de todo acerca del parto por cesárea: que si sirve para ahorrar trabajo a los médicos, que si trata de evitar un daño de por vida al suelo pélvico, que si es una elección personal de la madre, que si son mayoría y siguen aumentando… En esto del embarazo, la lactancia y la crianza de los hijos, muy pocas cosas son definitivas porque cada experiencia es personal y diferente, y hay cosas en las que ni siquiera los médicos se ponen de acuerdo. En otras, sin embargo, no puedo entender como ciertos mitos perduran con toda la información que hoy tenemos a nuestro alcance.
Mi parto fue por cesárea, así que entre la información que he podido recopilar por mi cuenta y mi propia experiencia, he elaborado este post que, de verdad, espero que sirva a futuras madres y familiares que tengan interés en la cuestión.
Voy a hablar de:
Qué es el parto por cesárea
Comencemos por el principio, comentando qué es un parto por cesárea y cuáles son las causas más frecuentes para hacerlo.
En qué consiste
Se trata de un procedimiento quirúrgico mediante el que se realizan incisiones en el abdomen y el útero de una mujer para que pueda dar a luz a su bebé.
Hay cesáreas que se planifican, sí, pero en la mayoría de los casos se hacen cuando, al inicio del parto o durante el mismo, no se han dado las condiciones apropiadas para que la mujer pueda tener un parto natural con garantías, para ella y para el bebé.
Cuánto se hace un parto por cesárea
Hablamos de un parto, así que los problemas pueden ser muchos.
Puede tratarse de un embarazo de riesgo, de un parto múltiple, de que se haya roto la bolsa, de que la mujer esté fuera de cuentas, de que haya tumores grandes en el útero, de la presencia de un herpes genital u otras infecciones… Entre las causas más comunes, sin embargo, se encuentran estas tres:
Distocia
Se emplea este término cuando se trata de un parto que no tiene un transcurso normal, que resulta más lento, laborioso y difícil.
La distocia puede aparecer durante el periodo de dilatación o durante el periodo expulsivo, esto es, el alumbramiento mismo del bebé.
Puede estar motivada por anomalías en el útero, porque la relación de tamaño entre la pelvis y el feto resulten muy desproporcionadas o cuando el niño se presente de una forma inadecuada. Si hay riesgo de que se produzca sufrimiento fetal, habrá que dar por finalizado el parto con urgencia, para evitar lesiones. Y esto llevará a la cesárea.
Llegué hasta la fase de pujos con la dilatación adecuada, pero el niño no se abría hueco suficiente a través de la pelvis porque era muy grande y parecía no tener espacio (o, al menos, no todo el que él creía necesitar)
Placenta previa
La placenta se desarrolla en el segmento inferior del útero, de manera que obstruye parcial o totalmente la abertura, y causa hemorragias de calado durante el embarazo y el mismo parto.
Es frecuente observar esto antes de la semana 20 de embarazo, pero a medida que crece el útero, la placenta se desplaza hacia arriba y se aleja de cérvix. Si continúa en la abertura, existe el riesgo de sangrado y de que se practique la cesárea.
Sufrimiento fetal
Es un término general que se utiliza en Obstetricia para hacer referencia al estado que altera la fisiología del bebé antes o durante el parto.
Puede provocar lesiones reversibles o irreversibles en el bebé o, en el peor de los casos, la muerte, así que si los médicos advierten el riesgo, practicarán la cesárea con casi toda probabilidad. La inmensa mayoría no se va a arriesgar.
El sufrimiento fetal no tiene solo que ver con la distocia, sino que puede deberse a múltiples causas. Entre las que se pueden atribuir a la madre, están la hipotensión o la hipertensión arterial, la hipoxia (disminución del flujo de sangre) y la acidosis (en embarazadas con diabetes).
También puede haber causas placentarias, funiculares (problemas con el cordón umbilical), fetales y uterinas.
El médico utilizará una máquina de ultrasonido conectada a un monitor cardíaco que le ayudará a conocer el estado del bebé, y a tomar una decisión en torno a si se debe practicar cesárea o no, además de la observación directa y otras herramientas.
Paso a paso
Si se decide a proceder con la cesárea, antes del inicio hay que preparar a la mujer para una cirugía, colocándole una vía endovenosa y un catéter en la vejiga para drenar la orina. Se le proporcionará también anestesia epidural.
- Ya durante el proceso, el médico realizará una incisión una incisión horizontal transversal por encima del mismo hueso.
- Después, hará otra incisión en la parte inferior del útero y, una vez abierto este, el médico romperá la bolsa amniótica para sacar al bebé.
- El proceso lleva solo unos minutos, desde la primera incisión hasta la extracción.
Será después cuando el médico pince y corte el cordón umbilical, extraiga la placenta y dará puntos de sutura en el útero y el abdomen. Este proceso ya si es un poco más largo, dura alrededor de 45 minutos, a lo que seguirán varios días de estancia en el hospital hasta que la madre se recupere.
No es muy cómodo hacerse a las costumbres del bebé (entrar en la vida de madre, propiamente dicha) estando en el hospital, pero el personal sanitario siempre es amable y dispuesto. Es, al menos, lo que yo puedo decir.
Al principio, claro, lo harás de manera más torpe y dolorosa que después. Necesitarás la ayuda de tu marido o de tus familiares y amigos.
La recuperación completa me llevó bastante más, y en cuanto a la cicatriz… bueno, hablaremos de ello más adelante.
Ventajas y desventajas de una cesárea
Que no se haga cesárea si no es por alguna de las causas apuntadas más arriba, indica que lo preferible y deseable es el que niño pueda nacer de manera natural. No habría mucho que debatir al respecto si tenemos en cuenta que la última palabra la tiene el facultativo, y que este no procederá a hacer la cesárea si no lo veo necesario.
La polémica se ha visto avivada en los últimos años por el proceder de esas mujeres ricas y famosas que, según ha transcendido, han tenido un parto inducido y pactado de manera previa con cesárea. Es lo que ha venido a llamarse “técnica del Mommy Makeover”, y se dice incluso que alguna ha tenido un cirujano plástico en el mismo quirófano donde le han practicado la cesárea para hacerle un arreglo abdominal y que puede recuperar su figura lo antes posible.
He recogido el caso porque hablamos de ventajas y desventajas de la cesárea, pero no me gustaría profundizar demasiado en la cuestión:
- Primero, porque nadie tiene idea de por qué se ha procedido a cesáreas en determinados casos, y si se trata solo de una cuestión estética o hay algo más.
- Segundo, porque prefiero no entrar un debate que tiene múltiples aristas, y en el que, como otras tantísimas veces, se somete a escrutinio público la decisión de la mujer, y se la critica por ello.
Ventajas
- Permite programar la fecha de nacimiento del bebé, lo que da margen a la familia para que organice su vida profesional y personal con más exactitud.
- Es más rápido. Como he explicado, mientras se administra la anestesia, se hacen las incisiones, se saca al bebé y se dan los puntos de sutura, el parto por cesárea puede llevar una hora y poco más.
- Se asocia con un riesgo menor de lesión fetal.
Desventajas
- La recuperación es más lenta y fastidiosa. Si todas pudiéramos decidir, habría que poner en una balanza el dolor del parto natural y las molestias (también dolorosas) de una recuperación tras la cesárea, que se pueden prolongar durante ocho semanas. Y esto incluye las náuseas de los primeros días por la anestesia.
- Hay más posibilidades de que haya complicaciones después del parto.
- Implica más tiempo de hospitalización.
- También aumenta el riesgo de complicaciones para el bebé. Un estudio de la Universidad de Costa Rica puso de manifiesto que existe más del doble de riesgo de que los niños nacidos por cesárea desarrollen el Síndrome de Insuficiencia Respiratorio (SIR), que se caracteriza por causar problemas respiratorios. Y es que, al parecer, las contracciones son estímulos biológicos esenciales que preparan al bebé para salir, iniciando de manera correcta la función pulmonar.
Esto, evidentemente, son generalidades.
Cada cual, por su experiencia o la de personas cercanas puede estar más o menos de acuerdo con tales afirmaciones.
La realidad es que incluso la Organización Mundial de la Salud ha dicho que solo se deberían practicar cesáreas que sean necesarias por motivos médicos, y este procedimiento quirúrgico no deja de crecer en países con ingresos altos y medianos, a menudo sin que existan indicaciones clínicas.
Entre otras cosas, las cesáreas tienen costes más elevados para la sanidad pública, y que se practiquen de forma innecesaria, dice la OMS, puede provocar la merma de recursos en sistemas de salud que se encuentren ya sobrecargados, o sean frágiles.
La mayoría de los especialistas, en definitiva, recomiendan el parto vaginal porque lo consideran más seguro, y desaconsejan las cesáreas a demanda, especialmente, si se quieren tener varios hijos. Eso sí, al margen de lo que implica una cirugía como esta, los estudios no han sido capaces de aclarar aún cuál es el balance de beneficios y riesgos de la cesárea en relación al parto vaginal.
Además, estando correctamente informadas, y aun sabiendo que el llamado parto natural es seguro si no hay complicaciones, ¿no deberíamos tener autonomía sobre nuestro cuerpo y en un momento tan íntimo y personal como el dar a luz a nuestro bebé?
Ya digo que el debate tiene muchas aristas.
¿Y después de la cesárea?
No es tanto el momento del parto por cesárea, si no lo que pasa después. A continuación, os dejo algunas preguntas que os podéis estar haciendo sobre esto, porque son también preguntas que me han hecho a mí.
Yo tuve que someterme a un parto por cesárea y mi experiencia quedaría resumida así:
Cuidados de la herida
Los médicos me recomendaron un gel especial para mejorar la cicatrización. Puedes tapar la herida o dejarla al descubierto, pero yo los primeros días me sentía más segura notándola más sujeta.
Me la curaba dos o tres veces al día, con más frecuencia al principio que después. Permanecí siempre muy atenta al estado de las heridas, para ver si algún punto estaba supurando. En esos casos, siempre es mejor contactar con el médico.
Mi ginecóloga me mandó un gel de baño especial para ayudar a la cicatrización y la verdad es que fue muy rápido. No tuve ningún punto infectado y todo correcto con el tema «herida».
¿Cuánto dura el sangrado?
No hay un número de día específico, evidentemente, pero hazte la idea, si es tu caso, que puede durar semanas. En mi caso, hasta 4 semanas estuve sangrando.
¿Cuándo puedo tener relaciones?
Lo recomendable, cuando se trata de parto natural, es esperar a la cuarentena.
Después de la cesárea, como el tiempo de recuperación es mayor, habrá que esperar más.
Ten en cuenta que vas a sentir dolor y a tener molestias en la herida y en la zona baja de la tripa durante semanas, así que solo tú sabrás cuándo te encuentras bien.
¿Cuándo puedo usar faja?
Se recomienda utilizar la faja postparto después de la cuarentena, no antes.
Para entonces, es posible que el útero haya adquirido su posición de manera fisiológica, aun tardando más que en el parto vaginal.
La herida estará también más cicatrizada, habrá menos riesgo de que se abra. En todo caso, no habrá problemas en utilizar una faja completa, porque no hay puntos en el periné.
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¿Cuándo puedo usar tacones?
Sinceramente: no he encontrado ninguna información científica o medianamente fiable que se muestre a favor o en contra de usar tacones en un momento determinado del postparto. Lo que yo te recomiendo es usar ropa y calzado cómodo mientras dure la recuperación, que ya he dicho que implicará más tiempo en el caso de la cesárea.
Además, con todo el lío de la lactancia estarás más tiempo con el pecho fuera que vestida, así que lo mejor es tirar de camisones cómodos, permanecer en casa tranquila y olvidarte del resto.
No te preocupes mucho por este tipo de cuestiones y, si lo haces, ya verás que en medio de las molestias y de la vida de madre que tiene que cuidar y alimentar a su bebé, pasan a un segundo plano.
Si te gustan, úsalos cuando te sientas cómoda y segura.
¿Cómo dormir?
No recomiendo dormir boca abajo, porque es como más duele. Dormir de lado es una opción, pero el dolor, en los primeros días, se va a notar. Tranquila, todo pasa.
¿Cómo queda la barriga?
Lo digo sin paños calientes: la barriga después de un parto por cesárea queda fea. Más que fea, queda horrible. Ten en cuenta que te han abierto la pared abdominal, y te quedará una tripa que no creerás ni tuya, “pellejosa” y colgante.
La imagen será aún peor si tuviste estrías durante el embarazo, como fue mi caso.
Pero no dejes que esta imagen enturbie los primeros días. ¡Ya lo arreglarás después con una rutina de ejercicios postparto!
Ten paciencia, asume que te tocará tonificar con ejercicio físico durante meses, antes de que veas una recuperación evidente. A nada que te sientas mejor, comienza a hacer ejercicios, más suaves al principio, más intensos después. Te hablaré próximamente de los abdominales hipopresivos, que son muy recomendables. Pero hazte a la idea de que no es fácil ni rápido.
En definitiva, ni tengas prisa ni dejes pasar tus cuidados después de la cesárea. Y eso se extiende al ejercicio físico y a la dieta, que ya habrás tenido que cuidar durante el embarazo para obtener los nutrientes necesarios sin poner demasiado peso.
¿Alguna más ha tenido un parto por cesárea y quiere compartir su experiencia? Estaré encantada de leerte. También, por supuesto, si tienes alguna opinión sobre las cesáreas programadas o los partos inducidos.