Si te digo que recuerdo mi embarazo como un momento alegre, pero que a la vez me da miedo recordar ciertas cosas y plasmarlas aquí, ¿me creerías?
Si has dado a luz y has vivido la increíble experiencia de ser madre, probablemente sí.
Pues sí, he creado un blog de madres y obviamente tengo que contar mi embarazo semana a semana. Bueno, lo haré trimestre a trimestre para no aburrirte demasiado, aunque te diré que si estás embarazada (a pesar de que cada embarazo es un mundo) te servirá para aclarar algunas cuestiones.
Antes de comenzar:
Pues dicho esto, paso a contarte cómo viví mi embarazo a nivel de síntomas, emociones, pensamientos y preparativos. Intentaré no extenderme demasiado. Allá voy:
Voy a hablar de:
¿Estoy embarazada?
Llevaba seis meses buscando el embarazo y parecía no llegar nunca. Mi pareja y yo estábamos ya en ese momento en el que comenzábamos a pensar que algo iba mal en alguno de los dos y que iba a ser necesario acudir al médico si esto seguía así.
Estábamos en esa etapa de «venga lo sigo buscando», pero con pasotismo, desgana y poca motivación. Cosa que no hubiera sucedido con una pulsera de fertilidad como la pulsera Ava Women. Pero ese es otro tema.
¡Llegó la primera falta!
OMG! No puede ser. Será otra falsa señal, no voy a hacerme de ilusiones.
1 día de retraso…
2 días de retraso…
3 días de retraso…
¡Necesito comprar el test de embarazo o me va a dar algo!
Test de embarazo positivo: Y ahora, ¿qué?
Recuerdo que había quedado con mi pareja en esperar al quinto día y si la señora regla no había aparecido entonces ir juntos a comprar el test de embarazo.
Pero chica, yo no podía esperar más. Necesitaba saberlo porque algo dentro de mí intuía que ahora sí, que era el momento.
Presentía que estaba embarazada. Y no, no tenía síntomas, era más algo a nivel de sensaciones.
Total, que cuando mi pareja se fue a trabajar lo decidí. Me acerqué a la farmacia a comprar el test de embarazo y hacérmelo esa misma mañana.
Ya lo tenía en mis manos.
Ahora solo tenía que impregnar unas gotas en este cacharrito y esperar. Estaba tan nerviosa que ni siquiera salía nada, imagínate qué momento.
Pero lo conseguí. En las indicaciones ponía que podía miccionar en un recipiente e introducir el test de embarazo dentro en vertical y esperar, así que eso hice.
Apenas esperé cuando empezó a visualizarse la rayita del positivo. Sí amigas, estaba embarazada. Lo había conseguido.
Risa histérica, lágrimas, saltos…¿Qué más?
Ah, ¡sí!: Teléfono.
Primero la noticia al padre del embrión, y después a mi madre, claro está.
Después de colgar a los dos no sabía qué hacer. Ahora solo podía esperar…una larga espera de 9 meses que empezaron tal como te cuento en las siguientes líneas.
¡Se me enganchó una garrapata en el codo!
Toda la noche pensando que era un nuevo lunar (imagina cómo iba de «cocida») y en la vuelta a casa en el taxi comienzo a ver que el lunar se está moviendo. En fin, historias para no dormir, una creación curiosa, divertida e inolvidable. Me pregunto cuántos niños españoles se crearán en una noche de juerga de sus padres millennials. Me aventuro a predecir que muchos.
Primer trimestre de embarazo
Náuseas y miedo.
Esas son las dos palabras con las que definiría los tres primeros meses de embarazo.
Por suerte, tuve náuseas hasta el final del cuarto mes de embarazo, pero no vomité ni una sola vez.
Náuseas en el embarazo, el síntoma más común
Siento decirte que el 80% de las embarazadas sufre náuseas y en el 70% de los casos aparecen entre la cuarta y la séptima semana. Por suerte, solo el 10% de las embarazadas continúan con este síntoma tan característico de embarazo a partir de la semana 16. Respira tranquila, no existen las náuseas permanentes.
Es la responsable del positivo cuando tu ginecóloga te mande tu primera analítica.
A ver, las náuseas son molestas, pero tampoco es algo que no se pueda sobrellevar. En mi caso, eran los olores los que más me las producían (perfumes, olores fuertes como pescados, salsas y el dichoso cubo de la basura)
¿Quieres saber cuál era mi estrategia para aliviar las náuseas del embarazo?
Me comía unas galletas María según me levantaba. Yo no sé si era psicológico, si soy una tragona o qué, pero funcionaba.
Además, no sé si es un mito, pero dicen que cuando tomas complementos vitamínicos antes de quedar embarazada (a mí ya me había preavisado la ginecóloga y te recomiendo que si piensas quedarte embarazada antes le hagas una visita rutinaria) las náuseas son menores.
Y hasta aquí el tema náuseas en los primeros meses de embarazo.
Miedo y primeras pruebas médicas
Para mí el inicio del embarazo no fue tan molesto, pero supongo que la no presencia de vómitos tuvo mucho que ver para que ahora lo recuerde como una etapa del embarazo llevadera.
También te he mencionado la palabra «miedo» para definir esta primera etapa de la gestación. Bueno, aparte de que es la etapa en la que se corre mayor riesgo de aborto y hay que cuidarse mucho, las pruebas también te dan cierto respeto. A mí me daba miedo incluso la ecografía vaginal, que es la primera ecografía del embarazo, que te la hacen entre las semanas 6 y 11.
En mi caso, iba a una clínica privada y las siguientes ecografías fueron ya abdominales, pero conozco gente a la que le han hecho hasta tres ecografías vaginales en el primer trimestre de embarazo. Supongo que depende del ginecólogo.
Con la prueba de translucencia nucal, que se realiza entre las semanas 10 y la 14, se sabe si existe alguna anomalía cromosómica gracias a la medición del pliegue nucal. Concretamente, la trisonomía 21 o Síndrome de Down. Y no, no es una prueba invasiva como lo son la biopsia de corion o la amniocentésis, a las cuales yo no tuve que exponerme.
En mi caso, ya llevaba miedo con este tema y cuando me realizaron la prueba de la translucencia nucal, la ginecóloga detectó un pliegue nucal más grande de lo normal (translucencia nucal aumentada), así que me mandó un análisis para confirmar una serie de cosas y se mantuvo en alerta durante el primer y el segundo trimestre de embarazo, hasta que la ginecóloga comprobó que el pliegue iba adquiriendo la medida que debía para cada momento. Descartó cualquier anomalía de cromosomas con el Triple Screening del segundo trimestre.
¿Cómo me sentía en estos primeros meses de embarazo?
A nivel de emociones, el primer trimestre es duro. El cambio hormonal, el cansancio y las náuseas te hacen sentir realmente un «despojo».
Si a eso sumas los cambios en la dieta (0 alcohol, nada de fumar, nada de grasas y comida basura, etc.) la etapa se hace un poco larga.
No sé por qué pero cuando estamos en el primer trimestre de embarazo estamos deseando tener tripa de embarazada (cuando ya la tienes y es tan pesada que no te deja dormir, estás deseando volver a tu estado habitual).
En fin, que el primer trimestre está rodeado de miedos, ilusiones y cansancio y eso yo creo que puede corroborarlo cualquier mujer que haya estado embarazada, por muy bien que se le haya dado. En mi caso, no tuve ningún tipo de problema ni malestar que no fuera normal dentro de los límites del embarazo.
Incluso mi madre se sorprendía de que no vomitara porque ella asegura que conmigo no salía del baño.
Como siempre digo: todos los embarazos no son iguales.
Por cierto, estos tres primeros meses me seguía valiendo mi ropa de siempre así que, por favor, no malgastes el dinero en pantalones que no te valdrán dentro de unas semanas. Al principio te puedes apañar con tu ropa perfectamente.
Segundo trimestre de embarazo
Nervios, sueño y cansancio.
En esta etapa del embarazo me quedo con estas tres palabras que podrían definir mi estado gestacional (bueno, la del sueño podría valerme para todo el embarazo y para toda mi vida en general)
Revolución hormonal y tripa que va apareciendo
En este periodo que va desde la semana 12 hasta la semana 24 pasan muchas cosas. En tu cuerpo se está librando una revolución hormonal que te hará sentir diferente. Estás más sensible, cualquier palabra o gesto puede incitarte a llorar y sientes que el tiempo no pasa.
La tripa en este trimestre todavía es pequeña. En muchos casos ni siquiera se nota hasta el tercer trimestre, sobre todo si eres delgada. Sin embargo, yo sí tuve que comprarme ropa (los pantalones tipo hippie son la mar de cómodos y te los recomiendo encarecidamente, sobre todo para el tercer trimestre de embarazo)
Y, por último, a nivel de cambios en el día a día voy a hacerte una confesión: me levantaba todas las noches a comer a escondidas.
Sí, sí, tal como lo lees.
Mientras todos dormían plácidamente yo me levantaba a buscar las cosas más deliciosas de la nevera. Eso sí, siempre cosas compatibles con la dieta de embarazada, ¿eh? Que conste en acta.
He de decir que comí bastante durante el primer y segundo trimestre de embarazo (en el tercero directamente no te cabe la comida)
Al final del embarazo había ganado 12 Kg, que no está tan mal si lo comparas con las embarazadas que llegan a ganar hasta 18 Kg (no quiero ni imaginarlo, ¿se podrían mover?)
Pruebas médicas del segundo trimestre
Respecto a pruebas, si vas por la Seguridad Social tienes otra ecografía abdominal 2D en este trimestre (por sistema privado te hacen una ecografía 3D cada vez que les haces una visita)
También te harán el famoso test de O´Sullivan que, aunque no es obligatorio, lo normal es que te lo manden para saber si padeces diabetes gestacional. En caso de salir positivo te tocará realizar ejercicio físico, llevar una dieta baja en calorías y, en muchos casos, administrar insulina (pinchada en la tripa normalmente)
Este test suelen hacerlo entre las semanas 24 y 28, así que quizás te pille ya en el tercer trimestre.
Síndrome Nido y preocupación 24/7
A ti lo único que te preocupa es la salud del bebé que llevas dentro, así que cualquier pequeña cosita que te dicen te preocupa y mucho, hasta el punto de no dormir.
En estos meses ya comienzas a recibir algún regalo de los familiares y amigos más impacientes y tú, impaciente como la que más, empiezas a ponerte nerviosa y a comenzar con los preparativos.
Esto último significa, básicamente, «dar el coñazo» a tu marido, el cual está más tranquilo que un caracol al sol. Es el llamado Síndrome Nido que te volverá loca. Yo ahora me río al recordarlo, y me reía en aquel momento porque yo misma me daba cuenta de la paranoia claro. Ordené todos los armarios, hice limpieza general, tiré un montón de ropa y de cosas que ya no utilizaba y, en definitiva, preparé un poco la casa para la llegada del recién nacido.
Eso sí, en este trimestre conoces el sexo del bebé. En mi caso me dijeron que parecía una niña y estuvimos creyendo que venía una niña aproximadamente un mes y medio (se iba a llamar Náyade).
Para nuestra sorpresa, en la siguiente ecografía nos confirmaron que se trataba de un niño y con un par de buenas pruebas que lo demostraban (lo primero que pensé fue: oh dios, otra vez a buscar nombres para niño ahora que ya nos habíamos puesto de acuerdo con el de niña)
Tercer trimestre de embarazo
Ahora sí que sí, esto está a punto de caramelo.
¿Palabras para definirla?
No puedo acotar a dos o tres, pero en general nervios (muchos), cansancio (mucho), agotamiento (mucho), hambre (mucha), malas pulgas con todo el mundo (esto igual es personal mío eh), impaciencia (mucha), sensibilidad (lloraba por todo), dolor…
No hay palabras, pero sí puedo definir el tercer trimestre de embarazo con una imagen y es esta:
Molestias físicas del tercer trimestre
Pies hinchados, dolor de espalda, ciática, síndrome del túnel carpiano (manos dormidas, me tuvieron que mandar unas pastillas que seguí tomando después del parto hasta que desapareció el adormecimiento)
Esos son los mayores males que yo experimenté en el tercer trimestre, pero los hay peores y, como siempre, depende de cada mujer.
Yo recuerdo que este trimestre ya se notaba mucho la barriga de embarazada, pero no es hasta el último mes cuando eso crece como un globo. Yo tenía la sensación de que iba a explotar en cualquier momento. Se hacía muy incómodo dormir con tanta tripa y es una de las cosas que peor llevaba porque, como te decía antes, soy muy marmota y cuando no duermo reboso mal humor.
También viví justo el último mes las famosas estrías y la línea alba desde el puvis hasta el ombligo, pero no padecí cloasma gestacional, que es bastante común.
¡Ah! Y la pérdida del tapón mucoso poco a poco a partir de la semana 37 de embarazo. También.
Baja por embarazo: ya era hora de rodar hacia el sofá
Yo trabajo desde casa, así que no pedí la baja por embarazo hasta el octavo mes de embarazo, cuando ya la tripa no me dejaba llegar al teclado y al ratón. En esto también hay gran variedad de opiniones y casos.
Obviamente, si tienes un embarazo de riesgo te recomendarán cama y tendrás que coger la baja mucho antes que yo. Lo mejor siempre es dejarse guiar por los profesionales médicos y no tener miedo a las represalias de los empresarios.
Además, ya habrás empezado tu curso de preparación al parto en el que compartes risas, dolores y experiencias con otras embarazadas (y, en mi caso, comprobé que mi pareja es de lo mejorcito de este planeta para lo que hay alrededor)
En estos cursos aprendes a realizar los ejercicios de Kegel, a realizar ejercicios de relajación para los momentos previos al parto, la respiración, la lactancia materna y otra serie de cosas relacionadas con el bebé recién nacido que, oye, vienen muy bien (cómo bañarle, por ejemplo)
¿Qué sientes durante esta etapa? Yo siempre te hablo desde mi experiencia personal, con un embarazo sano de libro. Aquí los nervios se disparan, ya sientes los movimientos y las patadas/puñetazos/codazos del niño.
Es bonito e indescriptible, pero a veces incluso te despierta cuando estás durmiendo (grrrr)
Otra cosa curiosa es que, en mi caso, no podía parar de hacer fotos a mi barriga frente al espejo. ¡Era una adicción! No sé cuántas fotos tengo almacenadas en el móvil, pero podía hacerme una nueva cada 2 o 3 días fácilmente.
El parto ya está aquí
La tripa como una pelota hinchable, labios, pecho y tobillos hinchados, insomnio…El último mes de embarazo fue interminable para mí.
Había llevado un embarazo perfecto hasta el momento, pero cuando quedaban cuatro semanas para el parto comencé a sentirme muy cansada y tremendamente impaciente con la llegada del bebé hasta el punto de no dormir bien.
Estaba muy impaciente. En la última ecografía me habían dicho que el niño pesaba 3,800 Kg y todavía me quedaban 2 semanas de embarazo (terminó pesando 4,2 Kg al nacer)
Me enviaron al anestesista para rellenar el cuestionario y comprobar que era apta para la anestesia epidural. Allí me preguntaron por el tema de las miopía y se alarmaron cuando descubrieron que tenía 10 dioptrías de miopía en cada ojo junto al correspondiente astigmatismo y que no me habían programado una cesárea por riesgo de desprendimiento de retina durante los pujos en el parto natural.
Total que tuve que realizar una visita al oftalmólogo para descartar este riesgo y este elaboró un informe que llevé a mi ginecóloga para que terminara determinando que no era necesaria una cesárea programada, pero que si se alargaba mucho la fase de pujos, si habría que llevarla a cabo.
Vale, un susto menos. Todo seguía sobre ruedas.
Lo que más te preocupa en estas últimas semanas es cómo saber cuándo estás de parto. Es una cosa que llega a obsesionarte, al menos en mi caso. ¿Y si no lo noto?, ¿y si llego tarde y me pongo de parto en el coche?, ¿y si no sale bien?
Nuria y sus paranoias de última hora.
De nuevo el miedo invade tu cuerpo y tu mente, pero también la ilusión de verle la cara a tu hijo, así que es una lucha constante miedo vs felicidad que de verdad que no puedo describir con palabras.
Comencé a perder el tapón mucoso a lo largo de las 2 últimas semanas de embarazo. No es algo agradable, pero creo que da menos miedo que cuando lo pierdes de golpe, así que tampoco estuvo tan mal.
Después vinieron los monitores. Apenas tenía contracciones con las 40 semanas ya cumplidas y todo el mundo estaba impaciente. Yo lo estaba, pero créeme que la gente se pone muy pesada cuando no das a luz antes de la semana 40.
Pues nada, Oliver estaba muy a gusto ahí dentro y no quería salir. Pasé de las 40 semanas, pero te contaré el parto en el próximo post. Te adelanto que fue un parto programado con oxitocina de por medio y que finalmente terminó en cesárea no programada (al final, palmé jeje)
¿Has estado embarazada o lo estás en este momento? Te invito a hacernos un resumen de tu experiencia en la zona de comentarios. Algunas madres han definido su embarazo con estas frases:
Sentirte gorda dura nueve meses, pero la alegría de convertirte en madre dura para siempre (Nikki Dalton, artista estadounidense)
Un bebé es algo que llevas dentro de ti durante nueve meses, en tus brazos durante tres años y en tu corazón hasta el día que te mueras (Mary Mason, cantante británica)
Ya sea que tu embarazo fuera planeado meticulosamente, que el médico te convenciera, op que pasara por sorpresa, lo cierto es que tu vida nunca será la misma (Catherine Jones, actrix británica)