El sol, el agua del mar, el cloro de la piscina…Todo son problemas a la hora de mantener la piel hidratada durante vacaciones y mantenerla después. ¿Te preocupa el cuidado de la piel después del verano y quieres conseguir un tono de piel sano con una piel suave y luminoso? Pues entonces te va a encantar este método en 3 pasos que comencé a utilizar el verano que pasé por mi embarazo.
Voy a hablar de:
Mi método para cuidar e hidratar la piel
Un tono de piel dorado, un rostro luminoso, la expresión relajada… Pero la piel echa un desastre. Ese es el resultado del verano en nuestra piel y ahora toca ponerse manos a la obra para recuperar su salud y naturalidad. Solo tienes que recurrir a unos sencillos consejos de belleza que favorecen el proceso fisiológico de regeneración celular y mantienen la piel nutrida.
Tres palabras clave:
- Limpieza.
- Exfoliación.
- Hidratación.
Esos son los 3 pasos del método que yo utilicé durante el embarazo para mantener mi piel hidratada y suave. Los explico más en detalle, por si quieres aplicarlos tú también:
Paso 1: Limpiar
Para limpiar la piel cuidadosamente, no hay ninguna necesidad de utilizar productos demasiado agresivos. Así, el cutis se estropea incluso hasta llegar a producir descamación en la piel, puesto que se daña la película hidrolipídica, la capa compuesta de agua y grasas, indispensable para mantenerla hidratada y protegida de los agentes externos.
Piel de la cara
Para la cara, sea cual sea la formulación elegida (leche, limpiador líquido, aceite o mousse) es preferible productos cosméticos para pieles sensibles, que son más ricos en principios emolientes.
Además, te recomiendo que contengan NMF (natural moisturizing factor o factor hidratante natural), conjunto de sustancias similares a los factores de hidratación naturales presentes en la epidermis.
Piel del cuerpo
Para el cuerpo también conviene dar preferencia a productos delicados y escasamente espumógenos formulados con tensoactivos de nueva generación, que eliminan la suciedad absorbiéndola, sin eliminar en exceso el aceite naturalmente presente en la superficie de la piel.
Paso 2: Exfoliar
Para mantener la piel tónica y luminosa, periódicamente debe realizarse una limpieza más profunda con un exfoliante. Se trata de una pasta abrasiva compuesta por microgránulos, de origen vegetal (como los huesos de albaricoque) o sintética (polietileno), que favorecen la eliminación de las células muertas y de las acumulaciones de piel.
¿Cuándo debo usar exfoliante?
El exfoliante, o scrub, está indicado, sobre todo, si la piel tiende a acumular impurezas que podrían obstruir los poros, impidiéndoles transpirar correctamente, o bien si las células muertas no logran desprenderse solas, formando manchas que dejan una coloración poco homogénea.
No obstante, no es conveniente exagerar con la frecuencia de la exfoliación, sino limitarse a efectuarla una vez cada 7-10 días, ya que la piel podría perder sus defensas naturales hasta llegar a arañarse. Entre otras cosas, una piel irritada puede enfrentarse a una hiperpigmentación más fácilmente. Cuando la inflamación estimula los melanocitos para producir melanina, tienden a formarse manchas sobre la piel lesionada.
¿Cómo aplicarlo en la piel?
El producto debe aplicarse sobre la piel húmeda o seca, con delicados movimientos rotatorios, evitando repasar demasiadas veces la misma zona, con la esperanza de que una sola exfoliación pueda eliminar todos los problemas estéticos. La delicadeza es obligatoria, sobre todo, en la cara, zona para la que se han estudiado cosméticos que contienen microcápsulas más suaves, enriquecidas con sustancias emolientes e hidratantes.
Por último, contienen gránulos más gruesos, puesto que la piel es más resistente y, por lo tanto, se puede ejercer una acción más intensa, si bien es necesario presentar una especial atención a las zonas como el pecho y la barriga, donde la piel es más fina y, por lo tanto, puede irritarse más fácilmente.
Paso 3: Hidratar
Después de la limpieza, y sobre todo después de la exfoliación, la piel debe estar adecuadamente hidratada. La crema ayuda a reconstruir la película hidrolipídica, reteniendo el agua en la superficie y evitando su dispersión.
Asimismo, gracias a su composición oleosa, penetra en los espacios vacíos presentes entre las células. Así, la luz se refleja de forma homogénea con el resultado de que la piel también parece más uniforme y compacta.
Pero, ¿cuáles son los principios activos contenidos en los productos hidratantes normalmente?
Sobre todo ácido hialurónico, cuya función es la de mantener el agua en la superficie de la piel y evitar su pérdida, y también Factor Hidratante Natural.
Concretamente, para el rostro, se puede elegir una fórmula de día enriquecida con sustancias antioxidantes, capaces de devolver el correcto equilibrio cutáneo y contrarrestar la acción dañina de los radicales libres.
En este sentido, son muy útiles las vitaminas A, C y E y oligoelementos como el zinc, el’ cobre y el hierro, que favorecen los procesos de recambio celular.
En cambio, para el cuerpo, son excelentes las emulsiones fluidas que contienen aceites vegetales, pero también Factor Hidratante Natural, pantenol y betaína, un aminoácido derivado de la remolacha, con una eficaz acción hidratante.
Además, son ideales los extractos de aloe vera, malva, caléndula y algas, derivados vegetales que contienen mucilágenos, de acción suavizante e hidratante.
El sol y el salitre, junto con las duchas y el cepillado frecuentes, a largo plazo, pueden dañar la capa protectora del fuste (la cutícula), haciendo que el pelo se vea opaco y desfibrado.
Para evitar que se debilite aún más, utiliza un champú oleoso suave, que limpia sin agredir, y aplícate un bálsamo, que cierra las escamas del cabello, haciendo que parezca más suave de inmediato.
Asimismo, un par de veces a la semana, puedes recurrir a una mascarilla reparadora, por ejemplo, a base de derivados de la queratina y la silicona, que reparan el cabello, alisándolo y aportándole brillo.)
La piel y el cabello son zonas que sufren con el paso del verano, pero en el caso de las embarazadas el daño es todavía más visible. De ahí que llevar a cabo este método en tres pasos para cuidar la piel no sea una idea tan descabellada. Todo es proponérselo y marcárselo como rutina de belleza habitual. ¿Comenzamos?