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Cómo dar el pecho: guía con mejores posturas y consejos

cómo dar el pecho a tu bebé

Habiendo observado a tantas y tantas madres dar bien el pecho, con tanta soltura, me había hecho a la idea de que iba a ser una tarea fácil. Hasta que llegó mi momento.

No sabía cómo coger al niño, lo veía tan pequeño y vulnerable que pensaba que podía hacerle daño fácilmente o que simplemente no estaba cómodo.

Probé varias posturas y, cuando estimé que tanto él como yo nos sentíamos cómodos, vinieron otros problemas: no se agarraba bien a uno de los pezones, se quedaba con hambre, se quedaba dormido mientras comía… La lactancia fue para mí un periodo de ansiedad y estrés terrible que tuve que parar al mes de vida de mi hijo.

Pero bueno, vamos por partes.

Estábamos hablando de tu lactancia y no de la mía, así que sigo:

Los consejos sobre cómo dar el pecho se agradecen, sí, pero en su justa medida.

Una cosa es que las personas del entorno te comenten qué puedes hacer mejor, especialmente si te ven agobiada.

Y otra muy distinta que te atosiguen a comentarios en los que, además, una se siente juzgada e incluso mala madre.

Yo también estoy a punto de coser a recomendaciones a todas aquellas madres que me leen, pero con el único propósito de servirles de ayuda.

Mi experiencia con la lactancia y lo mucho que leí en su momento, y que sigo leyendo hoy, puede ser una información imprescindible para una madre primeriza que va a dar el pecho por primera vez (sí, me refiero a ti, que me estás leyendo)

¿Preparada? Pues vamos a darte algunas recomendaciones y consejos sobre cómo dar el pecho:

Cuándo darle el pecho: mejores horarios

Si estás embarazada y crees que vas a poder tener un horario regular para dar el pecho: desengáñate, al menos al principio.

Se considera que una de las claves para alimentar al bebé con éxito, de hecho, es amamantar a demanda, cuando el pequeño tenga hambre y sin límites en el número de tomas, alternando un pecho y el otro.

cómo dar el pecho correctamente

Sin embargo, si se trata de un recién nacido y hace menos de ocho tomas al día, entendiendo las 24 horas, será preciso ofrecer el pecho más veces.

Los expertos que se han aventurado a establecer horarios lo habrán hecho, probablemente, porque han observado un patrón de comportamiento similar en los niños. Pero lo de no estar pendiente del reloj es una máxima a la hora de amamantar porque solventa las diferentes circunstancias, las que hacen imposible establecer un patrón: hay niños que pueden quedarse con hambre, niños que se empachen, madres que no tienen suficiente estimulación de pecho y si quedan sin leche…

En definitiva, cada bebé es diferente, y hay que atender a su ritmo de forma personalizada.

Con los biberones de leche de fórmula sí es posible establecer unos horarios más regulados y tener un mayor control sobre el tiempo que pasa entre toma y toma.

Dicho esto, en la lactancia no solo intervienen el niño y la madre, también está el pediatra. Y este os puede decir algo diferente a lo que acabáis de leer, como que la lactancia no es a demanda y que el bebé debe comer entre dos horas y media y cuatro horas.

Alguno dice incluso puede recomendar que se deje pasar tiempo y no solo por la digestión (que es muy rápida en el caso de la leche materna), sino para que la leche esté menos acuosa y más enriquecida.

Pero claro, la duda surgirá en cuanto se empiecen a ver las señales de que tiene hambre.

¿Es bueno dejar que pase un poco el tiempo?

Soy de las madres que están de acuerdo con que es mejor la lactancia a demanda en circunstancias normales, que el bebé se alimente cuando lo necesita. Y eso solo lo puede saber él o ella.

Hay que considerar que no solo toman el pecho por la cuestión nutricional, sino por sentir calma y calidez de la madre, así que, de nuevo: si lo pide es porque lo necesita.

Así que, ten todo esto en cuenta y piénsalo cuando estés más cansada y con más sueño.

Si tu bebé llora y quiere pecho es porque lo necesita.

Cómo saber si tiene hambre

Convencidas de que lo mejor es dar a demanda, pronto surgirá la pregunta: ¿cómo sé cuando tiene hambre?

cuándo y cómo darle el pecho

A quienes no sean madres primerizas puede que esta duda incluso les haga gracia, pero todas hemos tenido una primera vez dando el pecho.

El pequeño mandará señales que indiquen que quiere pecho, bien con un aumento evidente de la actividad (normalmente permanecerá relajado), mostrando cierta inquietud, haciendo pequeños movimientos con los labios o la nariz, intentando llevarse las manitas a la boca para succionar o, lo más evidente: llorando.

¿Y cuántas tomas?

Como decíamos, las tomas no están limitadas a un número, sino a lo que el bebé necesite.

No hay horario ni tiempo de toma, ni para el día ni para la noche. La madre debe estar cerca el máximo tiempo posible, por lo menos en sus primeros meses.

Luego ya cada cual decidirá si sigue dando el pecho cuando deba incorporarse al trabajo, y cómo utiliza clásicos como el sacaleches y las bolsas de almacenar leche en el congelador:

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Yo, como ya he contado, tuve que dejar la lactancia al mes de vida y alimentar a Óliver con leche de fórmula.

Me pilló todo: grietas, obstrucción, poca leche en uno de los pechos…

Lo intenté todo. Incluso compré el sacaleches eléctrico de Medela, que es una maravilla, y estuve sacándome leche y dándosela en biberón. Pero como uno de los pechos no generaba la suficiente leche, no terminaban de desaparecer las grietas y tenía que combinar la leche materna con leche de fórmula, me decidí a dejarlo.

consejos para amamantar

No pasa absolutamente nada, no te fustigues si no puedes dar el pecho a tu hijo.

Va a estar bien alimentado, va a crecer y va a desarrollarse igual.

Que no te preocupe en absoluto y que las «voces de alrededor» no influyan en tu decisión ni en tu papel en la crianza.

Las mejores posturas para dar el pecho

Es cuestión de ir probando, por supuesto.

Yo recopilo algunas ideas, porque alguna me funcionó bastante bien.

Lo importante es estar tener una posición cómoda para poder dar el pecho el tiempo que el bebé necesite, adaptándose a lo que resulte mejor para él, pero sin que la espalda y otras partes de nuestro cuerpo se resientan.

NOTA IMPORTANTE:
El bebé agarrará bien y succionará bien si tiene la boca abierta y los labios evertidos (del revés), se siente la lengua bajo los pezones y su nariz y barbilla tocan el pecho.

Tranquila, no se ahogará. Si nota que se ahoga, se apartará gracias a su instinto de supervivencia.

De todas formas, como sucede con otras especies, el bebé podría agarrarse de manera instintiva, si se lo permitimos.

Un buen sillón para lactancia, con cojines para apoyar los brazos y reposapiés es la mejor opción. No te encorves sobre el bebé porque te acabarás cansando.

Aquí te dejo algunos de los modelos de sillón de lactancia recomendados:

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También puedes utilizar los famosos cojines de lactancia, los cuales te permitirán tener una postura correcta, salvaguardar tu espalda y aumentar la comodidad del bebé mientras amamanta.

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Listado de posturas y descripción

Os dejo las más comunes, con una breve explicación.

Algunas os pueden resultar muy extrañas pero, ¿y si funcionan en un momento dado? Nunca sabemos lo desesperado de una situación.

Madre sentada y bebé estirado

Se trata de la postura para dar el pecho más habitual, en la que el bebé tiene el cuerpo mirando hacia la madre, estirado en horizontal, con los pies más o menos a la altura del costado. Así, si se le da el pecho izquierdo, los pies del bebé se colocan hacia el pecho derecho, y viceversa.

Sin embargo, hay una variante de esta posición consistente en que el bebé tenga los pies hacia el otro lado, por ejemplo, dar el pecho derecho y que sus pies miren también hacia la derecha. No es tan frecuente, pero se puede utilizar como truco si el bebé rechaza uno de los dos pechos. Si está colocado en la misma posición que cuando mama del otro, podría aceptarlo.

Madre sentada y bebé con pies hacia su espalda

La madre está incorporada, y el cuerpo del bebé pasa bajo su brazo, de forma que tiene los pies a la altura de su espalda.

mewjores posturas para dar el pecho
Imagen propiedad de http://amarylactar.com

Es también llamada “de rugby”, y se considera útil para prevenir, o incluso curar, la obstrucción del conducto o mastitis.

Madre sentada y bebé a horcajadas sobre una pierna

La madre está también incorporada, con el muslo estirado, y el bebé se sienta a caballito sobre este para que su boca quede a la altura del pecho.

También es poco frecuente, pero útil en casos concretos, como cuando el pequeño tiene el maxilar inferior corto.

El pezón debe estar apuntando al paladar para que el pecho repose sobre el labio inferior, y el agarre sea efectivo.

Madre tumbada y bebé estirado

Madre y bebé se sitúan uno frente al otro, tumbados en paralelo.

Permite mayor descanso de la madre, sobre todo si ha tenido un parto que aún le causa molestias, como un parto por cesárea.

Madre estirada y bebé estirado a su inversa

Como la anterior, madre e hijo están tumbados en paralelo, con sus cuerpos enfrentados, pero a la inversa: la madre tiene la cabeza apuntando a un lado y el niño hacia el contrario, de forma que sus pies le quedarán a la altura de la frente (dependiendo del tamaño, claro)

Madre a cuatro patas y bebé bocarriba

La madre se sitúa con cuidado sobre el bebé, con las rodillas apoyadas en la superficie (la cama, habitualmente).

El niño está bocarriba, con los pies apuntando a su cabeza para tener bastante espacio.

Aunque poco frecuente, es útil si la mastitis se localiza en la parte superior del pecho.

¿Cómo saber cuál es la mejor?

A medida que el bebé crezca y vaya ganando en movimiento, buscará las posturas que le resulten más cómodas para alimentarse, que también pueden resultar extrañas. La madre deberá adaptarse, pero buscar también su comodidad para que no se resienta su salud.

En definitiva, no hay una postura ideal para dar el pecho, sino que irá determinada por las circunstancias. Lo ideal es ir cambiando para prevenir las obstrucciones.

Una madre sabrá que la posición que tiene es la mejor si ella está cómoda y el bebé se alimenta sin dificultad. Por lo general, lo que indica que todo se está desarrollando correctamente es que la cabeza y el cuerpo del bebé están en línea recta, que su cara mira hacia el pecho y que ambos cuerpos están juntos. El bebé recién nacido suele estar envuelto en un abrazo.

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Cómo colocar al bebé

Madre e hijo quedarán frente a frente, sin elementos de por medio (como mantas) que aumenten la distancia entre ellos.

qué postura es mejor para amamantar

La cabeza del bebé descansará sobre el antebrazo, no en el hueco del codo.

El bebé se debe colocar en perpendicular al pezón. Este se ubica frente a la nariz del bebé, de forma que pueda alimentarse bien sin tener que girar el cuello. El pezón apunta a su paladar.

Cómo saber si todo va bien

Como explican desde Alba Lactancia Materna, hay signos de que la succión va bien. Lo habitual es que al principio sea corta, pero después de un minuto será más lenta y profunda, con las correspondientes pausas.

De todas formas, respirará con normalidad sin tener que interrumpir la succión, encandenando ciclos de 10 a 30 succiones en cada toma.

Notarás que su lengua está bajo la areola, podrás ver cómo la articulación de su mandíbula se mueve ligeramente y cómo sus mejillas no se hunden, sino que se ven redonditas.

La misma observación cuando algo no van del todo bien:

Si el bebé hace de 3 a 5 succiones, con pausas intermedias que duran prácticamente lo mismo que estas, es que no está respirando bien, lo que puede indicar succión inmadura.

Si el bebé hace succiones rápidas y ruidosas, si sufre vómitos o regurgitaciones, si pone poco peso, si las tomas son frecuentes y largas (lo que puede indicar que se queda con hambre) o si la madre siente dolor u observa pequeñas grietas en los pezones, se puede estar incurriendo en una posición inadecuada, y hay que probar nuevas posturas.

También puede ocurrir que el bebé parezca confundido, que termine agarrándose correctamente después de varios minutos. O que su boca solo pueda abarcar el pezón y no la areola, o que ya no deje la lengua debajo del pezón, sino delante.

En ese caso, se podría hablar de Síndrome de Confusión de Pezón, algo que puede suceder cuando las tomas se alternan con chupetes y biberones.

Qué hacer si no se agarra bien

No os desesperéis, la lactancia no es coser y cantar, menos aún para las madres primerizas. Si el agarre no se produce de la manera correcta, no quedará otra que probar otras posturas, que consigan que ambos estén cómodos y que las tomas resulten efectivas.

posición correcta del bebé para amamantar

Con la suficiente información, apoyo profesional y de otras madres del entorno, iniciando el proceso de lactancia cuanto antes y evitando el uso de chupetes y biberones (para prevenir el Síndrome de Confusión del Pezón) se puede conseguir.

También se requiere mucha fuerza y paciencia. En mi caso se me agotó la primera de ellas.

Es posible, sin embargo, que haya cuestiones físicas que intervengan en la lactancia efectiva, atribuibles tanto al bebé como a la madre. El primero puede tener corto el frenillo bajo la lengua o el maxilar inferior; la segunda puede tener un tamaño u orientación del pezón que no facilite las tomas. Según el caso, habrá que intervenir quirúrgicamente, como sucede al cortar el frenillo.

Una herramienta útil pueden ser las pezoneras, aunque también pueden convertirse en una arma de doble filo si no se utilizan bien porque, entre otras cosas, pueden bajar la producción de leche o producir grietas.

Posibles problemas o dificultades

La mala postura, aquella que es forzada o incómoda para la madre o el bebé, o el mal agarre no son los únicos que pueden surgir.

A lo largo del artículo he apuntado algunos de los problemas que surgen al dar el pecho, pero las podemos ver con más profundidad a continuación:

Tener demasiada leche

Las hormonas pueden hacer que la producción de leche parezca desmesurada.

Si se espera un tiempo, ajustando al ritmo de tomas, la producción se regulará. Algunas expertas recomiendan ofrecer solo un pecho en cada toma, para no estimular tanto la producción en ambas.

Tener poca leche

Es una duda habitual entre las madres, un temor que no siempre se corresponde con la realidad.

Lo que ayuda a descartar que el bebé no se alimente adecuadamente es comprobar que, efectivamente, su peso se va incrementando. Dar el pecho a demanda también ayudará a estimular la producción y, entre toma y toma, puedes utilizar un sacaleches.

Rechazar el pezón

Puede deberse al comentado Síndrome de Confusión del Pezón o a una mala postura, y ambas se podrían corregir cambiando la posición y con mucha paciencia.

Recuerda que la lactancia debe ser algo relajado.

Comprueba también que no llevas ninguna crema o perfume de olor intenso que pueda molestar al bebé, o que le resulte desagradable al gusto.

La mastitis

Es la inflamación del pecho, y puede estar provocada por la obstrucción de conductos ya comentada, por la contaminación bacteriana, por alguna grieta del pezón o por la congestión de glándulas de la mama, entre otras cosas.

problemas al dar el pecho

Es un problema bastante frecuente y puede derivar en infección, aunque no todas lo son.

La mastitis no afecta a la leche, luego el bebé puede seguir alimentándose (de hecho, es recomendable que el pecho se vacíe para evitar, entre otras, la acumulación de pus).

Con tomas frecuentes, uso del sacaleches entre tomas, reposo, analgésico o antibióticos, si los receta el médico, la mastitis se puede curar.

Fíjate en la postura que he recogido, con la madre a cuatro patas y el bebé bocarriba. Puede funcionar para sentir menos dolor, aunque no nos engañemos: dar el pecho con mastitis es muy doloroso.

Si quieres saber más sobre la mastitis te recomiendo este artículo de Mayo Clinic.

Pezones doloridos o agrietados

Si lo más habitual es que esto tenga que ver con una mala postura o succión, así que también se tratará de ir probando.

Durante mi lactancia yo tuve grietas en uno de los pezones, que justamente era en el que el niño no se agarraba bien.

Tuve que comprar unas pezoneras de silicona para que pudiera mamar sin problema, pero su mala colocación desencadenó la aparición de las grietas alrededor del pezón.

Las grietas de lactancia son tremendamente dolorosas. En caso de que tengas la mala suerte de sufrirlas, como yo, te recomiendo comprar copas de lactancia, para salvaguardar el pezón del roce del sujetador o la camiseta:

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También deberás aplicar una crema especial para hidratar las grietas de lactancia. Yo utilicé Purelán de Medela, pero hay muchas otras que también te servirán.

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Pechos descompensados

Se produce cuando se nota más cantidad en un pecho con respecto al otro.

Puede explicarse porque el bebé no pase el tiempo suficiente mamando de uno de ellos, que permite que se vacíe de forma compensada respecto al otro.

No interrumpas la succión para cambiar el pecho, ofrece el segundo si lo reclama, pero asegúrate de que, en la próxima toma, empieza por el pecho en el que estuvo menos tiempo.

Pese a que nos volvemos locas con los consejos sobre lactancia materna y nos sentimos juzgadas constantemente, hay que asumir que esto de dar bien el pecho tiene mucho de aprendizaje social, de recibir información, de observar cómo lo hacen otras madres, de conocer sus experiencias.

Espero que este post haya despejado tus dudas sobre cómo dar el pecho y que, además, este espacio sirva como un foro enriquecedor para madres y padres que están enfrascados en el reto de la crianza y pasando momentos duros con la lactancia. ¡No olvidéis hacer vuestras aportaciones en la zona de comentarios!

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